BAUTISMAL


Por: Brad Scott
De: WildBranch Ministry

Traducido por: Dagmar Mora de Proyecto Benjamín


Esta sección estará dedicada a palabras de la Escritura y su significado. No sólo estableceremos las raíces etimológicas de estas palabras, sino que revelaremos cómo muchas palabras Españolas son de hecho palabras Hebreas. Todo y cada cosa que usted quisiera saber sobre el lenguaje Hebreo será discutido y presentado en esta sección.

Envíenos un e-mail si usted quiere saber que es una palabra en particular y estaremos felices de colocarla aquí para que todos lean. Si usted está interesado en eso, talvez muchos otros lo estén, también.


La palabra Hebrea para el lugar de inmersión es llamada un mikveh. Así como sucede virtualmente con todas las palabras bíblicas, la primera aparición como un verbo provee al estudiante de la Escritura con el significado de 'acción' de esa palabra a lo largo de toda la Escritura. Esto no es menos verdadero para esta palabra. La introducción del concepto de bautismo viene a nosotros en Bereshit (Génesis) 1:10, donde tenemos la 'reunión de las aguas', y la recién restaurada tierra saliendo de los mares. La creación, usted ve, va a través del mismo proceso de redención que el hombre recibe. El tercer día encuentra a la tierra surgiendo fuera de las aguas para el propósito expreso de producir fruto.

Bereshit 1:10-11
Y llamó ’Elohiym a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares: Y vio ’Elohiym que era bueno. Después dijo ’Elohiym: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.

La evidencia inmediata de esta primera inmersión fue la producción de fruto, el cual, por supuesto, testificaba de la presencia de vida y acción. Un bien conocido 'bautista' llamado Yojanan (Juan) esperaba el mismo tipo de evidencia de aquellos a quienes él bautizó, también.

Mattityahu (San Mateo) 3:7-8
Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento.

De acuerdo al constante testimonio de la Escritura, el bautismo no es el toque final de la santificación, sino más bien la inauguración de esta.

¡Shalom Aleijem!